domingo, 29 de noviembre de 2015

EL LEGADO DE JOSÉ DE HUÉSCAR








El famoso dibujante de cómics José de Huéscar Garvi (firmaba sus viñetas y cuadros con el apellido De Huéscar) nació en Albacete, en 1938, y falleció en la localidad de La Drôme (Francia), en abril de 2007. Con 17 años se marchó a Barcelona, donde estudia la carrera de Bellas Artes, a la vez que trabaja para varias editoriales. En la Editorial Toray dibujó Alicia, Brigada Secreta y la famosa colección de tebeos Hazañas bélicas. Estos tebeos los leía yo de pequeño –mi padre los vendía y casi aprendí a leer en ellos– y me llamaba la atención el soldado americano de la portada, con una ametralladora y un cigarro colgando de los labios. Sin embargo, en los años setenta, José de Huéscar decide emigrar a Francia donde encuentra trabajo en varias editoriales, aunque sigue dibujando para la agencia de Selecciones Ilustradas, de Barcelona. En el país galo colaboró con la publicación Pif Gadget, una revista que fue fundada por el Partido Comunista Francés, y cuyo antecedente fue la revista Vaillant. El título de aquella viene por el perro Pif, que fue creado por el dibujante francés José Cabrero Arnal (de origen español), y los gadgets, que eran juguetes pequeños que se regalaban con el cómic.

José de Huéscar solía publicar las historietas completas, mientras que los tebeos de aquellos años salían cada semana y finalizaban con el continuará en el próximo número, con tal de enganchar a los lectores. Recuerdo que los tebeos de los años sesenta, aquellas aventuras de encrucijadas, como El Jabato, El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz y Roberto Alcázar y Pedrín (toma del frasco, Carrasco, decía éste cuando le arreaba un mamporro a un malafollá de aquellos) valían una peseta. En la revista Pif Gadget trabajaron famosos historietistas franceses y europeos, de manera que los números 60 y 137, en los años 1970 y 1971, batieron el record europeo al editar un millón de ejemplares cada uno. Pero nada es eterno y la revista desapareció en 1993 aunque volvió a resurgir en 2004. En España se vendió con el nombre de Pif, en 1978, y se editaron unos 40 números hasta que la revista cerró.


El dibujante español fue colaborador de la famosa Editorial Larousse, con la que dibujó La Historia del Far West, mientras que el guión lo escribió Jean Ollivier. También ilustró Las aventuras de Mowgli, novela del escritor inglés Rudyard Kipling, para la Editorial Vaillant. Entre sus ilustraciones más famosas destaca el perro Rintintín y el cabo Rusty, cuyas aventuras fueron seguidas por los niños de la época, y de la que también se hicieron algunas películas. Con el seudónimo de Garvi, José de Huéscar también dibujó historietas eróticas. Además de pintor, ilustrador y dibujante, ejerció como profesor de arte tanto con menores como adultos. Fundó también tres escuelas, donde enseñaba dibujo y pintura, y cuando los alumnos le decían que tenía facilidad para pintar, él les contestaba con la humildad que le caracterizaba: No, no es un don, es mucho trabajo y observación. O cuando le llamaban maestro, José les recordaba su pequeña estatura: Perdón, un metro sesenta y cinco.

Su época más fecunda dentro del cómic y de la publicidad fue entre 1982 y 1988, pero José de Huéscar era un espíritu muy sensible que se fue desengañando de todo este mundillo y prefirió dedicarse solamente a la pintura y a restaurar cuadros. Le encantaba la música del Oeste americano, así como dibujar caballos, indios y otros personajes con grandes arrugas en el rostro. Poseía una extensa biblioteca, con temas de historia y del Oeste, con los cowboys y aquellos áridos paisajes, así como libros de anatomía humana y animal, etc. También hablaba varios idiomas, como el francés, inglés, italiano y catalán. José era un gran aficionado al deporte, pues fue cinturón negro en judo y ganó algunas medallas en natación y buceo. Fue además campeón de tiro olímpico en Barcelona y en Francia, y campeón de tiro con arco. En cambio, los ratos libres los dedicaba a la lectura y la música.

José de Huéscar estuvo casado con Carmen Leví hasta 1985, en que se separaron. Y tres años después, se volvió a casar con la francesa Josine Duval. En el 2000 adoptó a las hijas de ésta, Florence y Agnès. Unos años antes de fallecer, el dibujante quiso donar todo su patrimonio artístico (cuadros, bocetos, esculturas, manuscritos originales…) a su ciudad natal de Albacete. Sin embargo, el Ayuntamiento manchego no aceptó su legado aduciendo falta de espacio. Fue entonces cuando pensó donar su patrimonio a Huéscar, la ciudad del Altiplano granadino con la que se sentía emparentado por el apellido y con el que firmaba sus ilustraciones. Agustín Gallego Chillón, a la sazón alcalde de Huéscar, lo cuenta así en el libro José de Huéscar, el legado de un apellido, que el Ayuntamiento oscense ha editado, en colaboración con la Diputación de Granada y la Escuela de Arte, de Huéscar: En la mañana del día 11/12/2006, al leer los correos electrónicos dirigidos a la Alcaldía que ese día habían llegado, hubo uno que llamó mi atención (…). Decía lo siguiente: Hola, buenos días, señor alcalde. He sido ilustrador durante mucho tiempo, he publicado mis trabajos en muchos países y he sido también profesor de Bellas Artes y fundador de varias escuelas de dibujo en Francia. Poseo una colección de cuadros al óleo, centenas de páginas originales de cómics, portadas de libros, bocetos (…). ¿Estaría Vd. Interesado en crear un mini-museo de pintura y dibujo en el pueblo de Huéscar?

Agustín respondió a aquel mensaje mañanero tan insólito, como inesperado: Por supuesto que dijimos que sí. Para nosotros era un honor albergar en nuestra ciudad una colección de dibujos de un autor tan importante como él. Consideramos que era un hito importante para la vida cultural y un atractivo turístico para nuestro municipio. Entonces, el alcalde concertó una visita con el dibujante José de Huéscar, en Aouste Sur Sye (Francia), donde residía y tenía el taller. En el viaje le acompañó el director de la Escuela de Arte, Pablo Morales. Allí pudieron comprobar la calidad de las obras y le prometieron a José hacer una exposición permanente, en Huéscar. Sin embargo, a los pocos meses falleció el dibujante, pero su esposa, Josine Duval, respetando la voluntad del difunto hizo la donación. Y así, apunta Agustín, el día 6/7/2010 con un furgón de un vecino de Huéscar, debidamente habilitado al efecto, nos trasladamos a Aouste y empaquetamos todo el material y lo trasladamos a Huéscar.


Paisaje nevado con cowboy




Unos meses más tarde, Mari Carmen, la hermana de José, también hizo una donación de óleos del artista al Ayuntamiento de Huéscar. Josine Duval cuenta en una carta cómo conoció al dibujante español: ‘Soy pequeño y feo’. Esta es la descripción que me hizo José cuando me llamó por teléfono para proponerme una cita en un restaurante de Fontainebleau, en mayo de 1982. Desde el principio me sedujo su voz tan grave por el teléfono, luego cuando nos encontramos, efectivamente, él era pequeño, pero, ¡nada feo! Esa tarde, acompañada de una de mis amigas, fue muy agradable y enseguida todos nos encontramos a gusto. A partir de ese momento ya no nos separamos más (…). Siempre me maravilló su manera de dibujar y pintar. Era mágica: una mancha pequeña se transformaba en un peñasco o un pliegue de traje, unos trazos pequeños, y aparecía progresivamente una cabeza.

Así lo recuerda en su carta, Josine Duval: Él jugaba mucho con esa facultad para cautivar a sus alumnos. Mi vida con José me ha aportado mucha felicidad. Esto me permitió tener confianza en mí y autoafirmarme (…). Hemos pasado días maravillosos desde la jubilación en nuestra casa, a la que nosotros llamábamos nuestro paraíso.

En otro escrito, la viuda describe con detalle el último día que pasaron juntos: …, ese domingo, 29 de abril de 2007, lo vivimos como en sueños. Inconscientemente, José preparó su partida. Por la mañana, ofreció un aperitivo a todos sus amigos del club de tiro. A mediodía fuimos a visitar a los niños, después visitamos una tienda de antigüedades donde compramos un juego de café (una reliquia para mí ahora). El tiempo era magnífico y paseamos por el campo y recogimos flores… Cuando llegamos a casa degustamos una pizza. Esa es la tarde en la que pronunciamos estas palabras, ‘este es nuestro paraíso’. Mientras preparaba fuera el ramo de flores que recogimos a mediodía, José en el sofá, en el interior, perdía la vida. Y al final le dedica un cariñoso recuerdo: José de apariencia estricta era un soñador muy sentimental. No dudaba de su talento artístico, pero sufría por no ser lo suficientemente reconocido. Agradezco a la ciudad de Huéscar el reconocimiento a su obra y estoy segura de que en el más allá, José está contento y satisfecho de la realización de este museo.

José María Martínez –alcalde oscense, desde 2011 al 2015–, recuerda que conseguir publicar este catálogo de pintura y dibujo, para dar a conocer el legado de José de Huéscar, es todo un orgullo para el pueblo de Huéscar y su alcalde. Nuestro deseo es que este catálogo, además de un reclamo turístico importante, sirva para atraer a los amantes del comic, donde puedan contemplar el fondo documental.


 Indicar que el Museo José de Huéscar Garvi se encuentra ubicado en el antiguo Pósito –servía para almacenar el grano de los cereales–, un edificio que ha sido reconstruido y que data del siglo XV, y que en los primeros cien días recibió más de tres mil visitantes. Pero lo que me llamó la atención fue la tremenda injusticia con este ilustrador manchego, que tuvo que emigrar a Francia donde fue reconocida su valía. Y que al final de su vida, con esta magnífica obra, un alcalde inculto le diga a José que en Albacete, su ciudad natal, no había espacio para dedicarle una exposición, cuando tenía que haberlo hecho Hijo Predilecto. Mayor ninguneo no se puede pedir. Esto tuvo que ser muy duro para él, pero así suele tratar España a sus hijos. Menos mal que el entonces alcalde Agustín y el pueblo de Huéscar le abrieron los brazos. La idea de escribir este artículo se la debo a mi amigo, el güesquerino Juan José Martínez, que puso en mis manos el catálogo de José de Huéscar y me pone al corriente de los acontecimientos culturales en las comarcas del Altiplano.

El actual alcalde José García Giralte es un admirador de José y me ha confesado que quiere montar una exposición en Granada. Copio estas frases que me ha enviado: Desde el Ayuntamiento de Huéscar seguiremos dando a conocer  este patrimonio cultural único, del que  este municipio ha  tenido la suerte de ser el depositario y responsable de su custodia y divulgación. Gracias a José de Huéscar, un paisano de origen, no sabemos de qué tiempo, pero un gran profesional con una obra excelente que merece figurar entre los mejores dibujantes del mundo del cómic. Y no podía faltar nuestro más sincero agradecimiento a Josine Duval, viuda de José, y a su hermana Mari Carmen, que donaron su obra a la ciudad de Huéscar.

    http://en-clase.ideal.es/opinion-200/2779

domingo, 22 de noviembre de 2015

FRANCIA, UN BUEN VECINO


Mercado en Périgueaux 






He estado varias veces en Francia, en París y en el Departamento de Burdeos (la Gironda), y estas son las impresiones que he ido sacando aunque puedo estar equivocado. En las carreteras secundarias y en una autovía de Burdeos apenas se ven señales de tráfico, ni siquiera las de curvas peligrosas, la circulación es fluida y la máxima velocidad permitida en Francia es 130 km. En cambio, en España, ocurre todo lo contrario: las carreteras están literalmente sembradas de señales de tráfico mientras que la máxima velocidad permitida es 120 km. En la A-92, de Granada a Sevilla, se encuentra uno señales de velocidad a 80, 90 y 120 de forma continua y caprichosa, de manera que a veces no te da tiempo a reducir la velocidad. ¿A qué vienen tantas señales, de disminución o aumento de velocidad, en tramos rectos y con visibilidad, al mismo tiempo que los radares en las carreteras españolas se han multiplicado en los últimos años? No queda otra explicación que el afán recaudatorio de la Dirección General de Tráfico, que ha reconocido que el pasado año las multas han aumentado bastante. Pongo un ejemplo: la cuesta de las Pedrizas, en Málaga, es uno de los puntos negros en España, en cuanto a multas de tráfico. Bajando o subiendo la cuesta se encuentra uno constantemente la señal de 80, cuando se puede ir perfectamente a 100 en muchos tramos, de manera que tienes que ir pisando el freno porque el turismo se embala solo.
Hace unos meses, un vecino me decía: “Me han echado dos multas yendo a Málaga, una al ir y otra, al volver”. Resulta que han abierto una autopista que nace en la Cuesta de las Pedrizas y llega a Málaga, para que sea rentable, nada mejor que poner multas a mogollón en la carretera para que el conductor se vaya por la autopista. Y en las ciudades no digamos, tenemos el ejemplo de Granada que recauda más que las ciudades de Málaga y Sevilla juntas, creo que unos 16 millones de euros el pasado año. Es sabido que Granada está sembrada de trampas (de cámaras), cuya finalidad es cazar al conductor. En Francia se ven arboledas y bosques por muchas regiones –sobre todo en Burdeos–, porque los han respetado o los han plantado. Y sin embargo, en España no han hecho otra cosa que talar los árboles, y así nos encontramos con los paisajes desérticos de Castilla y de Andalucía, en que apenas se ve un árbol en el horizonte. Esto decía el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente: “Pero el paso implacable de los siglos, el fuego, el hacha, la agricultura, el pastoreo abusivo hicieron desaparecer, una tras otra, las más importantes de nuestras selvas (…) El paso del tiempo fue transformando la selva del águila imperial en la estepa de la avutarda”.
 En España recalificaron muchos terrenos rústicos para hacerlos edificables, y han construido pisos y chalés, donde apenas se ven zonas verdes. Era tanta la connivencia entre ayuntamientos y promotores, que el terreno valía la mitad del precio de la vivienda. En Francia, los pueblos y ciudades se han ido agrandando pero han respetado la vegetación y los bosques que había, de manera que los chales y las urbanizaciones conservan en sus jardines árboles que fueron plantados hace cincuenta años. Las viviendas se integran con la naturaleza y no dañan al medio ambiente. Un chalé allí puede costar unos 120.000 euros, lo que vale un piso aquí. De forma que un trabajador en Francia puede comprarse o construirse una casa o un chalé, con jardín, mientras que en España tiene que optar por un piso. En las ciudades españolas un piso nuevo valía entre 150 y 200.000 euros, aunque con la crisis económica el precio de la vivienda ha bajado un 40%. Debo aclarar que en París, la ciudad más visitada del mundo, los precios de los pisos o de los alquileres están por las nubes y es más cara que cualquier ciudad alemana.

En Périgueaux (Burdeos), una ciudad de unos 30.000 habitantes, la gente se saluda cuando pasea por el campo o por las afueras. Y en un cementerio cercano he visto varias tumbas de españoles republicanos (o sus descendientes), o de emigrantes y de sudamericanos. En España el saludo sólo se conserva en los pueblos pequeños y entre la gente mayor. Las palabras merçi y s’il vous plait –con ese tonillo tan característico que le dan– están siempre en la boca de los franceses y por lo general son bastante educados. También es cierto que los parisinos tienen cierta fama de soberbios y malafollás, como los granadinos. En Francia la educación con los niños es más estricta. En España, el niño es el centro de atención de la familia, de los padres, de los abuelos… Allí, como en Alemania y los países del norte de Europa, los niños se crían en guarderías y, cuando dejan de estudiar, se buscan un trabajo y se independizan de la familia. Cuando se casan los padres no les ayudan, como ocurre en España. Así aprenden a valerse por sí mismos. En cuanto a la hora de comer, ellos observan más el protocolo. Si un francés te invita a su casa, te servirá el vino y estará pendiente como recordándote que eres su invitado. Y en los postres siempre habrá queso, pues tienen mucha variedad y es muy apreciado.
Otra cosa que nos diferencia es que ellos están muy orgullosos de su himno nacional, La Marsellesa, y de su bandera –igual que los británicos y norteamericanos–, mientras que los españoles no exhibimos tanto los símbolos de nuestra patria. Las palabras Liberté, Égalité, Fraternité se pueden ver grababas en las fachadas de los colegios y liceos, en los Palacios de Justicia y en los ayuntamientos de Francia, esto ya nos da una idea de lo orgullosos que están los galos de sus derechos y libertades. En los dos atentados del terrorismo islamista en París, contra la revista Charlie Hebdo y el del 13 de noviembre, los franceses formaron una piña y estuvieron al lado del Gobierno. Los hemos visto cantando La Marsellesa cuando salieron del estadio de Francia, donde acababan de estallar tres bombas en las cercanías, y en los días posteriores en la calle y en las concentraciones. Hollande ha declarado el Estado de emergencia –la Asamblea francesa se lo ha prorrogado por tres meses–, donde la policía puede registrar domicilios y detener a personas sin orden judicial. Esto es impensable en España. En cambio, con los atentados en los trenes de Madrid, en 2004, ya sabemos lo que pasó: que si los terroristas eran etarras o islamistas, de manera que la oposición cercó la sede del PP, en Madrid –en el día de reflexión, antes de las elecciones–, en vez de estar todos unidos y al lado de las víctimas... Las dos Españas de siempre, de las que se quejaba Antonio Machado, la discordia eterna entre la derecha y la izquierda, cada una haciendo la guerra por su lado.

Entre los españoles y franceses, como vecinos, hay a veces una relación de amor-odio, debido a que chocan los intereses económicos de ambos países. Francia tiene en España su mercado y lo prueban los numerosos hipermercados y fábricas de vehículos. Creo que es nuestro mayor proveedor y será también uno de nuestros mayores compradores. Conviene recordar que siempre que ha habido inestabilidad política o económica en España, por los golpes de Estado del siglo XIX, por la Guerra Civil, por la crisis de los años sesenta y setenta…, Francia ha sido un refugio o asilo para los españoles, con sus más y sus menos, pero siempre fue el destino prioritario de nuestros exiliados y emigrantes. Hace poco, Francia reconoció que fue un comando, con varios españoles del maquis, el que tomó la emisora de París y anunciaron su liberación en 1945. Y cuando entraron los tanques del general francés Leclerc, en París, algunos llevaban escrito nombres de batallas españolas: Teruel, Brunete… También, en el Cementerio de Père Lachaise de París hay un monolito dedicado los combatientes españoles. El primer ministro francés, Manuel Valls, visitó hace más de un mes un campo de refugiados republicanos españoles y judíos, en el sur de Francia, y lo calificó de autentica vergüenza, por las condiciones inhumanas en que sobrevivieron allí.
Otra de las diferencias es que Francia es un estado centralista, con escasa autonomía en las regiones y con un presidente de la República con amplios poderes. Mientras que España es un estado descentralizado, el estado de las autonomías, con gobiernos y parlamentos que tienen tantas competencias como en un estado federal. Estos días Francia ha sido golpeada por el terrorismo islámico y hay que recordar que ayudó a España con el terrorismo etarra, ambos países son buenos vecinos.
Copio algunas conclusiones de un estudio del Instituto Elcano, que realizó encuestas a ciudadanos de ambos países, en 2014: ‘España–Francia, visiones mutuas’. Comparación entre ambos países:
Los españoles están de acuerdo con los franceses en que Francia supera a España en muchos aspectos: desarrollo económico, poder e influencia en el mundo, perspectivas de futuro, bienes de lujo y moda, ciencia y tecnología, calidad de vida, respeto hacia el medioambiente y calidad democrática. Sin embargo, creen que España es superior a Francia en algunos otros terrenos: atractivo turístico, riqueza cultural, producción artística y calidad de bienes y servicios. Haciendo un balance cuantitativo, Francia “vence” a España con un resultado de 8 – 4


Valoración general:
Aunque ambos países hacen una valoración muy positiva del otro, Francia valora a España mejor que a la inversa. El 90% de los franceses tiene una buena imagen de España, frente al 76% de los españoles respecto a Francia. Algo semejante ocurre respecto a la confianza: los franceses se fían más de los españoles (el 85% los considera fiables) que viceversa (el 75%). Hay que acudir a la historia -lejana o más reciente- y el poso que transmite para entender estas diferencias que no se basan en elementos actuales. Tampoco están de acuerdo franceses y españoles respecto a la semejanza de sus países: los franceses creen que son parecidos o muy parecidos, mientras que la mayoría de los españoles se inclina por pensar que se parecen poco o nada.
Conclusión:
Algo semejante ocurre respecto a la confianza: los franceses se fían más de los españoles (el 85% los considera fiables) que viceversa (el 75%). Aunque coinciden en muchos otros atributos, los franceses asocian a los españoles con atributos ligados a una imagen antigua que corresponde al estereotipo de “lo español” transmitido en el pasado -la emotividad, la tradición, la religión y la solidaridad- mientras que los españoles consideran a los franceses racionales, modernos, laicos y más bien egoístas. Ambos grupos difieren además en la percepción de la semejanza. Los españoles sienten una diferencia mayor entre ambos países que los franceses, o, dicho al revés, hay más franceses que españoles que piensan que España y Francia son similares en general.






domingo, 8 de noviembre de 2015

‘GUADIX. SOS ANIMALES’










El diez de octubre, mi mujer y yo llegamos a Guadix sobre las nueve de la mañana y, al llegar a la cueva, lo primero que nos llamó la atención fue un cachorro negro, bastante rollizo, de unos dos meses, que se encontraba al lado de un montón de arena. Tenía las patas blancas y una mancha blanca le bajaba del hocico al vientre. Al bajarnos del vehículo vimos que estaba en la sombra y tiritando de frío, pues hacía una temperatura de unos siete grados. Cogí al perrillo y lo puse al sol, encima de un saco de cemento vacío, pero se venía detrás de mí y ahora no hacía más que dar gemidos. Seguramente, alguien lo abandonó aquí y ha pasado la noche al raso. No quise entrarlo en la vivienda, pues hacía seis meses que se nos había muerto un perro, que estuvo viviendo con nosotros durante catorce años, y no queríamos volver a encapricharnos de nuevo. Sin querer, este cachorro nos traía recuerdos recientes. Poco después nos fuimos al Mercadillo del sábado, donde le pregunté a un policía local si conocía a alguna sociedad protectora de animales. Me proporcionó un teléfono y la encargada de la protectora me dijo que se encontraba en Madrid, “pero esta noche se pasarán a recoger al perro”. Me pidió que le diera de comer y que mientras tanto lo guardara en casa.

Después de hacer las compras, regresamos con el temor de no encontrar al cachorro. A mi mujer le costó encontrarlo, pues estaba echado en un matorral y se puso muy contento al vernos de nuevo. Lo dejamos en el patio y aquí se venía detrás de nosotros, pues no quería estar solo. Le ofrecí agua en un cuenco y se hartó de beber, señal de que llevaba bastantes horas sin probarla. Sin embargo, no quiso comer unos trozos de jamón cocido. La niña de una vecina lo cogió en brazos y el animal parecía encantado, al menos ahora se encontraba acompañado y con gente que estaba pendiente de él. Una hora más tarde, una mujer nos llamó por teléfono, nos pidió la dirección de la vivienda y dijo que se iba a pasar a recogerlo. Entonces, aprovechamos para hacernos unas fotos con el perrillo.

Sobre las 12:30 horas, vinieron tres mujeres en un turismo a recogerlo. Carmen Serrano es una de ellas, tiene un puesto en el Rastro de los domingos, con el anagrama de ‘GUADIX. SOS ANIMALES’, y con el dinero que sacan, pagan los gastos de los perros que recogen en Guadix. Conocidos y amigos les dan los utensilios que no necesitan y Carmen los vende, junto a otros compañeros, de manera que hacen de intermediarios y entregan los animales abandonados a las sociedades protectoras. “Tengo que pagar el pienso de los perros, el veterinario, la vacuna, el chip, para que tengan todo en regla. Y luego, algunos extranjeros los adoptan y se los llevan a Bélgica o a otro país”. El pasado año, abandonaron en España unas 150.000 mascotas, la mayoría canes. La gente los compra en Navidad, para los niños o porque se encaprichan, pero luego los abandona en el verano, con las vacaciones. Carmen nos contó que, la madre del cachorro abandonado, una podenca de color blanco, parió tres y ayer les llevaron de comer. Busca en su móvil y nos enseña las fotos que les hizo. “Es posible que la madre haya muerto atropellada y por eso los cachorros han desaparecido, o alguien se los ha llevado. Vamos a colgar en ‘Facebook’ las fotos, en ‘GUADIX. SOS ANIMALES’, para ver si alguien los ha visto. El cachorro negro lo tenía cogido en brazos la hija de una compañera de Carmen y se le veía feliz, pues no se quejaba.

Precisamente, hace un par de semanas, una tarde que íbamos paseando por la Cañada Tercera, vimos a la podenca blanca en medio de la calle como olisqueando algo, posiblemente buscaba comida para sus cachorros. Me fijé y las tetas le colgaban bastante mientras chorreaban gotas de leche por el asfalto. Nunca había visto nada igual. Al día siguiente de entregar al cachorro, 11 de octubre, pregunté por la podenca blanca en la Cañada Tercera. Un vecino me dijo que hacía varios días que no la veía y otro, que el animal se había desplazado ahora por los Cerros de Medina, “precisamente, la vi ayer por la zona del supermercado Mercadona". Esto me llevó a pensar que posiblemente la perra extravió al cachorro negro, en una de sus frecuentes mudanzas. Llamé por teléfono a Carmen y me dijo que ya habían localizado a la podenca, con los otros dos cachorros, y que estaban todos juntos. “Le llevamos comida y no queremos que la gente se entere dónde se esconden, no vaya a que le quiten los cachorros”. Al día siguiente, pude ver las fotos de todos los canes en ‘Facebook’, en ‘GUADIX. SOS ANIMALES’: dos son de color leonado, como la madre, y el negro. Unos días después, se perdió un cachorro leonado o alguien se lo llevó. Y como los animales no podían seguir así, el de color negro fue entregado a una familia de Madrid y la podenca se la llevarán a Málaga, la heroína de esta historia.

En fin, decir que bastaron solamente dos horas que pasamos con el cachorro abandonado, para que le cogiéramos cariño y de paso nos hizo recordar a las otras mascotas con las que convivimos durante muchos años. Este es el escrito que me ha enviado Carmen Serrano:
“Nunca te imaginas, antes de tener contacto con el rescate de animales abandonados, la dimensión que ocupa este problema. La situación por la que pasan algunos de los animales que hemos recogido de la calle a veces es desoladora. Pero también te das cuenta de la cantidad de personas sensibilizadas con esta situación. Nuestro grupo comienza colaborando con asociaciones, como casas de acogida. Y pronto se da cuenta que esta ayuda es insuficiente. Realizamos varios eventos puntuales para conseguir fondos; el resultado, diez animales adoptados. Tampoco fue suficiente y volvimos a replantear nuestros objetivos. Así finalmente surgió la idea de poner un puesto en el rastro. De este modo: haríamos visible el problema del abandono en la zona de Guadix y comarca, y conseguiríamos fondos para seguir ayudando a animales abandonados. A través de las nuevas tecnologías canalizamos asociaciones y personas que piden ayuda, cada día más numerosas. 

Nuestro grupo pretende además sensibilizar sobre: 1) La adopción responsable. 2) La necesidad de castrar como medida de control de poblaciones. 3) El endurecimiento de penas por abandono y maltrato de animales. 4) Y la búsqueda de alternativas al sacrificio indiscriminado de animales abandonados. Sabemos que nuestra meta está lejos, pero también que hay que empezar con pequeños gestos. Tratamos únicamente de dar voz a los que no la tienen y cada pequeño logro nos ayuda  a seguir adelante.”
En el muro de ‘GUADIX. SOS ANIMALES’, se ve una foto con dos perros callejeros y este texto: “Hola, acabo de pasar por el área de servicio de los Abades. Están estos dos cachorretes abandonados. Me dicen que llevan unos diez días, que al final los pillará un coche”. Y en otra imagen aparece un can negro: “Se ha perdido por la zona de la Ermita Nueva, por favor si alguien lo ve avíseme”.




Publicado en Wadi-as, el 7 de noviembre de 2015