sábado, 21 de octubre de 2017

A FRANCISCO GIL CRAVIOTTO



Francisco Gil Craviotto. Foto A. Arenas




Conozco a Francisco desde principios de 2000 y, ya en 2004, lo llamé para que me presentara el primer libro que escribí. Por esa época leí su obra ‘Retratos y semblanzas con la Alhambra al fondo’, y me llamó la atención el capítulo que le dedicaba al librero Rafael Tarifa, que tenía la librería de viejo en la calle Elvira, y que además trabajaba en la encuadernación de libros. Con anterioridad, Francisco tuvo que marcharse a vivir a París y aquí estuvo residiendo un tiempo en casa de un hijo de Tarifa, que se dedicaba también a la encuadernación. Precisamente, mi mujer y yo tenemos desde los años ochenta amistad con Berta, la hija menor de Rafael Tarifa, que ya tiene 74 años.

Hace unos siete años, mi hijo Oliver terminó la carrera de Educación Física en el INEF, de Granada, y poco tiempo después se marchó a vivir a París, con una joven francesa, que conoció cuando hacía un curso de Erasmus, en Madrid. Al principio tuvo que trabajar de camarero y más tarde en un gimnasio, como entrenador personal; durante una temporada, la pareja tuvo que vivir en la buhardilla de un sexto piso, sin ascensor. Al segundo año de residir Oliver, en Francia, le pedí a Francisco Gil Craviotto que me diera el teléfono de su hija, pues estaba de orientadora en varios liceos de París, por si podía dar alguna información sobre los colegios, o bien orientar a mi hijo. El caso es que Oliver nunca la llamó, por timidez o por lo que fuera. Más adelante, lo contrataron como profesor de Educación Física en un colegio privado y, hace dos años, aprobó las oposiciones de profesor y está destinado en un liceo de París. Su pareja las aprobó el pasado año.

Lo que trato de mostrar aquí son las vueltas que da la vida: Francisco y yo tenemos amistad con dos hijos del librero Rafael Tarifa y, además, dos de nuestros hijos trabajan en la Enseñanza, en París, la ciudad donde han vivido miles de emigrantes y exiliados españoles, a veces con muchas privaciones y sufrimiento. Francisco describe muy bien París, en su obra ‘Conversaciones con mi chica’, donde se recrea paseando con su perra por la ribera del río Sena, a la vez que observa a las viejas gabarras, cargadas de mercancías, remontando sus aguas. Y mi último libro lo presenté hace dos años, en el Centro Artístico, Literario y Científico, por consejo de Francisco. Está visto que en la vida hay unos hilos invisibles que nos ponen en contacto a unos con otros.

Hablar de la amabilidad y generosidad de Francisco Gil Craviotto es de sobra conocido. Yo le deseo suerte y salud en este último tramo de su vida, pues siempre nos ha dado una lección de solidaridad, compañerismo y humildad, en un mundo lleno de egoísmos y de gente que va a lo suyo.

Francisco Gil Craviotto nació en Turón (Granada), en 1933. Es novelista, periodista y traductor, y es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. 

lunes, 16 de octubre de 2017

LA ONGD ‘SOLIDARIDAD HONDURAS’








Colaboradores de Guadix






El 22 de septiembre quedo con Francisco Soria Martínez, vicepresidente de la ‘ONGD Solidaridad Honduras’, y con el vocal de la misma, José María Laguna. Haciendo un  poco de historia, en 1986, los médicos Eduardo Jiménez, Pilar Morales, Ignacio Ramírez y el abogado Francisco Pérez, todos ellos de Guadix, fueron en las vacaciones de verano y durante varios años a Tegucigalpa, capital de Honduras. Aquí ayudaron y vivieron la experiencia del intenso trabajo colaborando con entidades locales. Sin embargo, en octubre de 1994, estos amigos deciden fundar la ‘ONGD Solidaridad Honduras’ para atender las necesidades básicas de los niños a la vez que piensan en llevar a cabo varios proyectos. Se trata de dar una respuesta a los problemas endémicos de los hondureños.

En 1996, el accitano Antonio Casado se marcha como voluntario a Tegucigalpa con la idea de crear un centro infantil, sobre un cerro, de manera que decide llevar a cabo el proyecto. Gestiona el terreno y la construcción del centro, pero el vehículo que conduce tiene un accidente de tráfico y fallece, junto a los dos acompañantes: una mujer voluntaria de Huelva y la niña hondureña Heydi García. Es entonces cuando se hizo cargo de ‘Solidaridad Honduras’, José Luis Campoy, el actual presidente, que vive allí y gestiona directamente los recursos y ayudas, sin intermediarios de ninguna clase. También se ocupa de distribuir el contenedor, con comida, ropa y material sanitario, que cada año se le envía desde Guadix.

La ‘Escuela Infantil Antonio Casado’ –en memoria del voluntario fallecido en accidente– fue inaugurada en el año 2001, en la colonia (barrio) de La Peña siendo la directora Karla Espinar. “Educar en el presente es crear futuro”, me dice Francisco Soria. La escuela atiende a más de cien niños de ambos sexos, en situación de grave riesgo social, desde las 7 de la mañana hasta las 18 horas. Se les da clases y la comida, así como ayuda sanitaria y asistencial. Asimismo, la escuela se ocupa de facilitar el acceso al mercado laboral a numerosas madres solteras. Honduras es un país centroamericano bastante pobre, por lo que es casi normal que adolescentes de catorce y quince años se junten con un hombre de más edad para que las mantenga. Sin embargo, cuando paren uno o dos hijos, muchos hombres abandonan a las madres para buscar a otras adolescentes sin hijos. “La mujer en Honduras es de usar y tirar, es difícil que una chica no sea madre soltera o no haya sido violada”, me dice José María Laguna. Honduras es el segundo país del mundo –el primero es Venezuela– con mayor índice de criminalidad e inseguridad, a ello contribuyen los grupos ‘Maras’ (algunas pandillas de jóvenes son bastante conocidas en Madrid, donde han cometido delitos), que también se dedican a extorsionar a personas que tienen recursos económicos.

La ‘ONGD Solidaridad Honduras’ dispone también del ‘Centro Ocupacional Inserta’, que se ocupa de las madres adolescentes, sin pareja estable y en situación de riesgo social. Se les da formación en una panadería, donde también se hace repostería. La maquinaria de la tahona la donó la empresa almeriense Ginso. ‘El Comedor Social El Campo de Oropolí’, que está situado en la aldea del mismo nombre, se inauguró en 2011 con el fin de proporcionar un plato diario de comida a niños de hasta doce años, así como a los ancianos, todos ellos en situación de extrema pobreza. A unos setenta en total. El ‘Aula de Atención Básica y Taller Ocupacional Heydi García’ –en recuerdo de la niña hondureña, fallecida en el accidente de tráfico– es un proyecto que se inicia en 2010, con el objeto de integrar a los discapacitados intelectuales y físicos que se encuentren en riesgo social. Con ellos se llevan a cabo actividades educativas, de formación ocupacional y de desarrollo sicomotriz.

La ONG cuenta también con una biblioteca-ludoteca, donde se fomenta el hábito de estudio y lectura, así como el ‘Hogar y Grupo Educativo La Casa’, que actualmente acoge a ocho niñas para que puedan acceder a la enseñanza secundaria. En febrero de 2015, fue inaugurado el ‘Centro de Salud de la Colonia La Peña’, donde también reciben atención sanitaria las colonias cercanas, en total, unos 17.000 vecinos. Finalmente, cada año se envía desde Guadix un contenedor solidario, con alimentos, material escolar, ropa, calzado, mobiliario, etc. La ONG ha tratado siempre de dar respuesta a las necesidades de los hondureños, a la vez que ellos se implican también en la obra. También colabora con varias instituciones y ciudadanos del país, que se ofrecen como voluntarios, siempre desde el mayor respeto al pueblo hondureño y velando por la justicia e igualdad en la cooperación. La ayuda se lleva a cabo con brigadas médicas, envío de material para el desarrollo agroalimentario, donación de medicamentos y material sanitario, con ayudas a los estudios y a la autoconstrucción de viviendas, con el traslado a España de enfermos con problemas graves de salud, para su curación, etc.

En 1998, el ‘Huracán Micht’ provocó un verdadero desastre en Honduras y es cuando la ‘ONGD Solidaridad Honduras’ decide actuar en aquellos lugares donde la ayuda oficial no llega o lo hace tarde. Se echa mano de voluntarios, de equipos médicos y se realizan los siguientes proyectos: apoyo a la Cooperativa Agraria de Guaimaca, construcción de una escuela infantil en la Colonia de las Brisas y alojamientos para estudiantes de secundaria, ayudas a la construcción de viviendas de particulares, cooperación con el ‘Hospital-Escuela de Tegucigalpa’, ayudas de infraestructuras para el abastecimiento de agua potable en Las Chorreras, así como ampliación de viviendas, construcción de un centro juvenil para promover el asociacionismo, dotación de luz eléctrica de baja tensión para veinticinco familias de la ‘Comunidad Pueblo Nuevo Cedros’ y, finalmente, el proyecto de desarrollo rural ‘Semilla Solidaria’.


La ONG recibe algunas subvenciones, por los proyectos de cooperación internacional que presenta –no son fijas ni periódicas–, de la Diputación de Granada, de la Junta y del Parlamento de Andalucía, así como de algunos ayuntamientos de la comarca de Guadix. “Se mantiene gracias a las cuotas de los socios y las ayudas de los particulares, en función de la voluntad, ningún socio cobra y tampoco tenemos gastos, disponemos de un local en el Polígono de la Espartera, alquilado y subvencionado por el Patronato del Sagrado Corazón”, me dice el vicepresidente Francisco Soria. La ONG organiza actos sociales, como una feria solidaria en la primavera, en el Parque de Guadix, así como actividades infantiles, talleres, hace comidas y pone barras de bar a nivel familiar. Los asistentes pagan la consumición de la comida y la bebida. Los alimentos los donan empresas de Guadix y de la comarca, así como particulares y voluntarios. También hay grupos de teatro que de forma altruista representan distintas obras en el Teatro Mira de Amescua, y se organizan conciertos. En el día de la Virgen de las Angustias, la patrona de Guadix, se venden tortas y ofrece su colaboración una panadería de Hernán-Valle.


El 27 de septiembre, el vocal José María Laguna me confirma que han recibido una ambulancia donada por Ambulancias Alhambra, del Consorcio de Transporte Sanitario de Granada, que se destinará a la mejora de la asistencia sanitaria en la zona de actuación. La ‘ONGD Solidaridad Honduras’ tiene página en Facebook, el teléfono de contacto es 655606528 y hace un llamamiento a los ciudadanos e instituciones para que, con sus aportaciones, ayuden a los más desfavorecidos de Honduras.